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Péndulo, en Castelldefels, Barcelona, reabre sus puertas. Pero de aquella discoteca de Castelldefels solo queda el nombre. Tras más de un año de reformas integrales y un cambio de concepto, el local es otro, el concepto también. Ahora convertido en beach club gastronómico con un plus de ocio nocturno, Péndulo es un lugar de encuentro inspirado en los espacios de moda en las localidades playeras.
Dos terraza en primera línea de mar, una en lo alto y otra con los pies en la arena; tres salones en diferentes niveles, luminosos, con amplias vidrieras y vistas a la playa (con mesas reducidas, para grupos e incluso unos 14 reservados vip) y dos barras de coctelería componen Péndulo. Aunque el lugar que más llama la atención es, sin duda, el palco del DJ, con su instalación de sonido high tech. Así pues, a partir de las 16 h, un DJ residente acompañará con hilo musical las tardes y noches de Péndulo.
Su restaurante, a cargo del chef Octavi Torres, mantiene una carta es una oda gastronómica de playa, de mar, en un sentido muy amplio, y aunque ganan las recetas mediterráneas encontramos también platos típicos del mundo. Y sobre todo una clara apuesta por el producto local, que se expresa sea en los arroces, con un tartar de gamba roja de Santa Pola, un rodaballo, ostras Poguet o tiradito de atún Balfego, entre muchas otras propuestas.
Juan Manuel Lema: "Conservamos el nombre como homenaje a un lugar que ha marcado generaciones de la zona, donde han nacido muchas historias, y que esperamos lo siga haciendo aunque de otro modo”
La carta de arroces es así la gran apuesta de Péndulo. A eso se suman apartados dedicados a carne y pescado y recetas de pasta. Tapeo tradicional y platillos acaban de redondear una propuesta gastronómica que se puede disfrutar sin interrupción de 12 a 1 h de lunes a domingo. Además, una variada y completa bodega y coctelería de autor acompañan a los platos.
La decoración que combina madera, cerámica y microcemento rinde tributo a las islas más paradisíacas, con un mobiliario realizado a medida por artesanos indonesios. La combinación de colores está pensada para relajarse. De noche, las lámparas de materiales naturales se encienden con luz tenue, caliente, que invita a adentrarse en Péndulo.
"Conservamos el nombre como homenaje a un lugar que ha marcado generaciones de la zona, donde han nacido muchas historias, y que esperamos lo siga haciendo aunque de otro modo”, explica Juan Manuel Lema, uno de los actuales propietarios de Péndulo.