Fellina abre nuevo restaurante en Madrid. Tras Chamberí, aterriza con un segundo local en el barrio madrileño de Arturo Soria. Fellina Arturo Soria no solo innova en su decoración, sino que también ofrece sorpresas en su carta. Bajo la dirección de su chef ejecutivo Daniel Lombas, se han creado platos exclusivos. Entre estos platos destacan, en los entrantes: una burrata presentada con helado de albahaca, tartar de tomate y polvo de aceituna o una ensalada capresse con tomates en diferentes texturas.

Entre las pastas se encuentran unos cuidados pappardelle con pulpo y calamar a baja temperatura, almeja y gambón; la original pasta rellena de pato con salsa de pera, melocotón y piñones; el sorrentino de pularda con salsa vizcaína y crema de parmesano; los orechiettes (pero en su versión tostada) con mortadela picante, stracciata, tomate y albahaca; y su plato estrella entre las pastas (como así lo corroboran Alba y Luis González, los CEOs del Grupo) son los maltagliati con castañas, higos asados y boletus con salsa gremolata (compuesta de ajos, orejones, aceite y perejil).

Dani Lombas: “Fellina Arturo Soria es un paso más allá. La nueva carta es una manera de sorprender partiendo de nuestros platos tradicionales, pero buscando un toque de sofisticación y elegancia, sin perder la esencia de Fellina Chamberí y de la gastronomía italiana en general. Un giro contemporáneo que sorprenderá”

Entre las pizzas destaca la pizza provola: con tomate, mozzarella y queso provola, que en esta receta va ahumado. Y, entre las carnes y pescados resaltan su ossobuco sin hueso a baja temperatura con polenta y espárragos verdes; su tagliata: un lomo bajo raza Frisona con 30 días de maduración, rúcula, lascas de Lodigiano y patata baby. Y, por último, entre los postres, destaca su panna cotta con aceite balsámico con AOVE.

“Fellina Arturo Soria es un paso más allá. La nueva carta es una manera de sorprender partiendo de nuestros platos tradicionales, pero buscando un toque de sofisticación y elegancia, sin perder la esencia de Fellina Chamberí y de la gastronomía italiana en general. Un giro contemporáneo que sorprenderá”, comenta Dani Lombas.

Este nuevo Fellina tiene la esencia de Italia condensada tanto en sus platos como en su decoración. Destacan los colores y el estilo retro italiano en sus paredes de papel pintado y en sus rincones: como el córner de bienvenida “a la italiana”, con su clásica máquina de corte de mortadela, la rueda de grana padano y el pan caliente recién horneado.