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Más de cuatro décadas después de convertirse en el primer restaurante de la Costa del Sol en recibir una Estrella Michelin, La Fonda vuelve a Andalucía. Este hotel boutique, distinguido con el sello de Relais & Châteaux, se encuentra bajo la dirección del chef Jorge González Carmona.
“Nuestro objetivo es rendir homenaje a la historia del restaurante con una propuesta renovada y contemporánea. Trabajamos exclusivamente con ingredientes locales, de la mejor calidad y de temporada, por lo que nuestra carta evoluciona constantemente. Creemos que el verdadero lujo radica en la excelencia del producto y en el respeto por su origen”, afirma el chef.
Platos como el pichón en dos cocciones con crema de maíz y salsa de endivia roja, el tataki de lomo de buey sobre setas de temporada y salsa de soja agridulce, o las vieiras a la plancha con trufa negra y falso risotto con crema de queso payoyo son solo una muestra de los platos del restaurante.
Ubicado en un edificio con siglos de historia, el restaurante abre sus puertas para cenas de martes a sábado, con música en vivo. Su propuesta gastronómica se articula en tres espacios diferenciados. En El Restaurante La Fonda se pueden degustar platos como la suprema de corvina en salsa verde con tagliatelle de calamar y calabacín, el carpaccio de carabineros con aceite de su coral y teja de sésamo, o el chuletón de vaca frisona. Por su parte, Los Patios, es un patio interior para cenas al aire libre. Por último, La Ermita es un espacio que formaba parte de la ermita de San Sebastián del siglo XVI.
Jorge González Carmona: “Creemos que el verdadero lujo radica en la excelencia del producto y en el respeto por su origen
“Queremos que cada visita a La Fonda sea una experiencia que trascienda la gastronomía. Es un viaje sensorial en un entorno con alma y con una historia que merece ser contada a través de cada plato”, comenta Cristina Paraja, directora de operaciones del complejo.
En la azotea del hotel, el Skybar de La Fonda ofrece vistas del Casco Antiguo de Marbella, un espacio donde disfrutar de cócteles de autor. Frente al hotel, en la Plaza del Santo Cristo, se encuentra La Bodega de La Fonda, un espacio que rinde homenaje a la cocina tradicional con tapas y platos caseros como la tortilla de patatas, las croquetas melosas, albóndigas en su jugo, ensaladilla rusa y huevos rotos con jamón ibérico o gulas.
El renacer de La Fonda no solo es gastronómico. El edificio que alberga el hotel y restaurante ha sido objeto de una restauración integral que ha sacado a la luz importantes hallazgos arqueológicos, desde talleres nazaríes del siglo XIV hasta un camarín del siglo XVIII con frescos originales.
“La restauración de La Fonda no es solo la recuperación de un hotel, sino la devolución de un pedazo de historia a Marbella. Es revivir su esencia, honrar su legado y compartirlo con quienes buscan una experiencia única y auténtica,” señala Carmine Sacco, director general del hotel.
Este hotel boutique cuenta con 20 habitaciones. Algunas disponen de amplias terrazas, otras de balcones tradicionales con vistas a la Plaza del Santo Cristo y otras se encuentran en lo más alto de los tejados del casco antiguo.