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El sector del foodservice -que abarca la restauración comercial y otros canales menores, como el vending o las cantinas de empresa- avanza en España a mejor ritmo que en el resto de vecinos europeos: consiguió recuperar en mayo el 99% del negocio previo a la pandemia, a pesar del contexto inflacionista y sus efectos sobre el consumo doméstico, según la empresa de investigación de mercados The NPD Group.
No obstante, la sensibilidad al precio se ha incrementado en el sector: seis de cada diez españoles (61%) afirman que la búsqueda de precios asequibles determina en cierto modo su elección del establecimiento para comer fuera de casa, cuatro puntos más que el año pasado y 20 puntos más que a mediados de 2020, de acuerdo con la última ola del Foodservice Sentiment Study de NPD, realizada en el mes de abril.
Edurne Uranga: “Estamos viendo en España una situación excepcional entre los países europeos: en nuestro país, el mayor diferencial entre el IPC de retail y de horeca -dos puntos inferior en el segundo caso- es clave en la percepción final de los españoles y la mejor recuperación del sector”
“En cualquier caso, hoy el consumidor no percibe que la subida de precios sea especialmente fuerte en el mercado de foodservice. Estamos viendo en España una situación excepcional entre los países europeos: en nuestro país, el mayor diferencial entre el IPC de retail y de horeca -dos puntos inferior en el segundo caso- es clave en la percepción final de los españoles y la mejor recuperación del sector”, explica la directora de Foodservice de NPD en España, Edurne Uranga.
Durante su participación en el III Restauració Summit, organizado por Marcas de Restauración este martes en Barcelona, Uranga ha destacado la “enérgica” recuperación del sector en un entorno altamente cambiante e impactado por la crisis sanitaria, a lo que se sumó en los primeros meses de este año los paros en el transporte, las incertidumbres derivadas de la guerra de Ucrania, la dificultad en la búsqueda de personal y la incertidumbre económica en un contexto marcado por la inflación.
Tras las restricciones sufridas para hacer frente a la COVID-19, los españoles han vuelto con ganas a comer y beber fuera de casa y, de hecho, “ir al restaurante” es una de las actividades de ocio con mayor recuperación. Aun así, el mercado de foodservice todavía tiene espacio para seguir creciendo, puesto que uno de cada tres consumidores (35,6%) siente que aún no ha recuperado su frecuencia de consumo prepandemia.
Según los datos de NPD, las comidas principales “sociales” -comer o cenar con amigos o con la familia y durante el fin de semana- son las ocasiones con mejores perspectivas de crecimiento en el corto plazo. En cambio, las ocasiones informales -tomar unas copas de noche; tomar algo al salir al cine o al teatro; el afterwork; comer o tomar algo estando de compras y las comidas y cenas entre semana- presentan mayor riesgo de verse afectadas en caso de necesitar un ajuste del gasto total.
Entre las palancas de crecimiento futuro del sector, Edurne Uranga ha señalado la omnicanalidad, impulsada por los hábitos de consumo adquiridos durante la crisis sanitaria, que ha elevado el peso del takeaway y del delivery hasta el 26% y el 8,6%, respectivamente; así como la sostenibilidad y el bienestar, cada vez más valorados por los consumidores.
En cuanto a los diferentes perfiles de consumidores, la directora de NPD ha destacado la importancia de recuperar el consumo del colectivo sénior (mayores de 55 años), que presenta el segundo gasto por ocasión más alto del mercado, solo por detrás de las familias, y cuyo peso aún se sitúa tres puntos por debajo del que tenía en prepandemia. “Es clave que el sector y la Restauración de Marca desarrollen una oferta que cubra los hábitos y necesidades de este segmento, un grupo que por población y hábitos realiza ya hoy casi el 20% del gasto total que los españoles hacemos en Foodservice”, ha concluido Edurne Uranga.