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Ana Pericàs y Pep Solà, dos profesionales del sector gastronómico de la Comunidad Valenciana, han creado el primer modelo de cocina circular en el que se reorganiza la disposición de las cocinas para reutilizar los residuos orgánicos de los restaurantes.
En este modelo, los cocineros separan la fracción orgánica de sus desechos, la trituran y la compostan, obteniendo un compostaje doméstico que sirve para fertilizar los huertos agroecológicos locales, de donde proceden los alimentos con los que preparan sus platos. Para conseguir desarrollar este proyecto de cocina sostenible y responsable con el medio ambiente, los dos emprendedoreshan arrancado una campaña de crowdfunding bajo el nombre “Del campo a la mesa y de la mesa al campo”, que estará activa en www.lateuaterra.com.
“El nuevo modelo de cocina circular se fundamenta en dos aspectos claves: el primero, que los alimentos, especialmente la fruta, la verdura y las hortalizas, procedan de huertos locales y, el segundo, la necesidad de reorganizar la cocina para habilitar un espacio en el que se pueda ‘cerrar el círculo’”, explica Pericàs, una de las fundadoras del proyecto. Es en este espacio en el que se separa la fracción orgánica de los residuos generados y empieza el proceso de compostaje. Una vez terminado, se traslada al campo en forma de fertilizante para los alimentos que se consumen en el restaurante.
Por su parte, Pep Solà, otro de los promotores del proyecto, afirma que “es un modelo fácil y práctico e involucra a los restaurantes en la lucha contra el cambio climático. Esperemos que las cocinas de España se den cuenta del problema y trasladen esta iniciativa a sus fogones”.