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El restaurante Le Léopard, asesorado por Romain Fornell, ha abierto sus puertas en el céntrico distrito del Eixample de Barcelona. El nuevo restaurante cuenta con un espacio de 300 metros cuadrados, con capacidad para 70 comensales en sala y 25 en terraza
Se trata de una moderna brasserie, cuya cocina está basada en el producto de mercado. Al frente de sus fogones está el chef Ilya Fattakhov, que ha trabajado con Romain Fornell en el restaurante Caelis durante años.
En este nuevo local se sirve una cocina sencilla en la que prima la calidad de los ingredientes y la mínima manipulación del producto. Recetas que reciben influencias francesas y españolas, en las que se encuentran también opciones veganas y vegetarianas
Le Léopard forma parte de Darial, un nuevo espacio de 1.600 metros cuadrados que combina moda, cultura, arte, diseño y gastronomía. El local está situado en la planta baja de la finca Tomàs Roger, edificio diseñado en el siglo XIX por el arquitecto Enric Sagnier y catalogado como Bien Cultural de Interés Local.
En este nuevo local se sirve una cocina sencilla en la que prima la calidad de los ingredientes y la mínima manipulación del producto. Recetas que reciben influencias francesas y españolas, en las que se encuentran también opciones veganas y vegetarianas.
Además, la bodega de Le Léopard cuenta con más de 70 referencias, la mayoría procedentes de las principales DO catalanas, sin olvidar otras regiones españolas y algunas marcas francesas. El cliente puede disfrutar de una amplia variedad de vinos, champagnes y cavas, seleccionados por Vila Viniteca. También sirven un repertorio de coctelería clásica y próximamente contarán con una carta de cócteles de autor con creaciones propias.
Un homenaje a la película El Gatopardo de Visconti
Su diseño pretende rendir homenaje a la película El Gatopardo de Visconti, con ofás de terciopelo rojo y techos terminados con pan de oro. Todo cuidado hasta el mínimo detalle, en un ambiente que recuerda al del típico bistró francés.
Al entrar el comensal descubre una barra en un brillante color negro, al igual que las mesas. El servicio en sala se presenta uniformado y con el espíritu de atención personalizada propio de un establecimiento de estas características, abierto tanto a un aperitivo informal como a una comida destinada a una larga sobremesa e incluso para tomar una copa después del trabajo.