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Sercotel Hotel Group prevé lograr ocupaciones por encima del 85% en el periodo que comprende la segunda mitad de junio, julio, agosto y la primera quincena de septiembre. En ciertas zonas, como el País Vasco, la Rioja, Cataluña o Comunitat Valenciana, sus responsables estiman que la ocupación supere el 90% en julio y agosto, igual que en Barcelona y Valencia. En la zona sur, donde destacan Málaga, Granada y Córdoba, las expectativas son similares.
Para este verano las previsiones del grupo en términos de ADR es superar las cifras de 2019. Durante el periodo comprendido entre la segunda quincena de junio hasta la primera de septiembre (incluidas), el precio medio de 2019 fue de 85 euros. El mismo periodo de 2021 la compañía tuvo un ADR de 66,8 euros, y la expectativa para este año es de superar los 90€-95 euros de media, con destinos como Donosti, Barcelona o Sitges, con precios medios por encima de los 170 euros.
Por lo que respecta a Barcelona ciudad los precios durante los meses de julio y agosto serán entre un 5% y 10% superiores a 2019. Sin embargo, en junio la compañía ha obtenido unos precios ligeramente inferiores a 2019, porque en junio de ese año Barcelona albergó la feria ITMA, dos semanas de evento que hizo incrementar sustancialmente el precio medio de la ciudad.
En 2019 la ocupación durante los meses de junio, julio y agosto rozó el 85% con picos mensuales en ciertas plazas de hasta el 90% y el 95%, mientras que la ocupación durante el mismo periodo de 2021 fue del 77%, con el 100% de los hoteles de la cadena abiertos y algunos picos de entre el 80% y el 90% en algunas plazas.
La reducción de la incerteza a medio plazo está haciendo que el cliente incluso esté reservando tarifas no reembolsables. “En 2021 tuvimos una media de antelación de reserva comprendida en 7-10 días antes de la llegada, actualmente estamos en una media de 18 - 22 días aproximadamente, con un incremento en viernes y sábados de incluso 25 a 30 días en ciertos casos”, explica la empresa.
Además, el volumen de reservas de turistas europeos viene registrando una recuperación constante desde Semana Santa, especialmente en los mercados emisores de proximidad, como son Francia, Reino Unido, Alemania e Italia (en este orden). Esta tendencia al alza se mantendrá constante de cara al verano. El mercado internacional de largo alcance presenta síntomas claros de recuperación en algunos mercados, sobre todo, el norteamericano, que ya se empezó a reactivar durante el primer trimestre de 2022. No es el caso del mercado asiático, que aún no ha despegado y prevemos que su recuperación aún se alargará algunos meses más.
“Nuestra voluntad es que el aumento en los costes de operación repercuta lo mínimo en el consumidor. Si bien es cierto, que el sector del turismo vive un momento en el que los precios se han elevado, una situación que responde, fundamentalmente, a dos factores: por un lado, el contexto inflacionista generalizado en el que nos encontramos; y, por otra parte, la demanda embalsada de estos dos últimos años ha provocado un claro efecto champán, consecuencia del gran apetito viajero que muestran los clientes. Hasta el momento, este aumento de precios generalizado no vemos que tenga un efecto negativo en el ritmo de reserva, aunque estamos muy atentos a posibles fluctuaciones en la demanda para poder activar las palancas que fueran necesarias para revertir cualquier situación que pudiera darse”, explican sus responsables. “Tras el período estival prevemos que la tendencia alcista se mantendrá algunos meses más, al menos hasta finales de este 2022. El escenario que contemplamos para 2023 es que, si no surgen perturbaciones adicionales, la inflación vaya bajando progresivamente y tienda a estabilizarse”, confirman.
Por su parte, la touroperación no está registrando la contribución de otros años, especialmente en destinos urbanos. Esta circunstancia es fruto de una suma de factores: por un lado, debido a la falta de antelación que ha experimentado el sector turístico en los últimos años. La contratación de touroperación y de viajes internacionales se suele hacer con varios meses de anticipación y, hasta el momento, no ha existido. A ello hay que añadir que los clientes han empezado a reservar sus vacaciones con gran intensidad, pero con una antelación media que aún está entre los 18 y los 22 días, aproximadamente.
Por último, la contribución de las ventas por canal directo sigue creciendo a buen ritmo, y se sostiene la tendencia que se inició en 2019. Esta tendencia creemos que se mantendrá hasta después de verano.