Barceló Hotels & Resorts acaba de inaugurar su primer hotel urbano cinco estrellas en Madrid: el Barceló Emperatriz, llamado a convertirse en su “Flagship Hotel” en la capital. El nuevo hotel, ubicado en un edificio del siglo XIX reformado por el arquitecto Juan Manuel Gordillo y su equipo de interioristas, ha sido diseñado a través de un pionero proceso de co-creación en el que sus futuros huéspedes han podido decidir desde sus servicios, hasta algunos elementos decorativos a través de la web del proyecto y sus redes sociales.

Gracias a este proyecto de escucha activa, el establecimiento, que incorpora medidas para aumentar su eficiencia energética, ha incluido servicios especiales que responden a las necesidades de sus futuros huéspedes, como el Minibar Healthy a la carta o la recepción personalizada, que deja atrás el concepto de mostrador y lo sustituye por mesas bajas para un trato más personalizado.

En el apartado gastronómico, el Restaurante Mutis, de inspiración vegetal como guiño eco a la que será su carta, y que toma nombre del botánico Celestino Mutis, sorprenderá por su decoración con paneles florales que le otorga el estatus de jardín del palacio. En él, huéspedes y visitantes podrán degustar menús Healthy Gourmet.

La dualidad

Dos conceptos se trabajan en paralelo: el estético y el emocional, todo ello enmarcado por la propia dualidad de los dos siglos que aportan alma al hotel. En el siglo XIX, la emperatriz Eugenia de Montijo como eje de inspiración y en el siglo XXI, las modernas “emperatrices”, 25 mujeres líderes en distintos campos que han aportado, mediante workshops, ideas que se materializan en el hotel. El contenido, concepto emocional, propone un viaje introspectivo a lo más profundo de la emperatriz, mientras que el continente, concepto estético, revisa y reinterpreta la estética palaciega del S XIX, descartando un lenguaje decorativo recargado y ostentoso que se moderniza con elementos vanguardistas.

Reinterpretación

Techos con molduras y casetones, propios del siglo XIX, se conjugan con materiales nobles como el mármol para las zonas de tránsito, la madera para las áreas de descanso, y el metal como hilo conductor de la decoración para actualizar el diseño interior. También se simplifican los juegos geométricos y, en algunos casos (lobby), desaparecen para dar pie a piezas puntuales que recuerdan el estilo neoclásico, entremezcladas con instalaciones-esculturas conceptuales y contemporáneas. Así, en el vestíbulo y dando la bienvenida se encuentra el “Cielo de Violetas” a modo de guiño a las flores preferidas de la Emperatriz.

La Gama Cromática

Del vestíbulo, pasando por el lobby y subiendo a las habitaciones por la escalera o el ascensor, predominan los tonos neutros con detalles en dorado. Para las zonas de descanso como el restaurante, el lobby, el bar y las habitaciones, el lenguaje de los materiales incorpora el color de la madera en los suelos. Por su parte, los colores complementarios son suaves en las habitaciones y más intensos en los espacios compartidos que invitan a las relaciones. El metal está presente en todos los espacios, teniendo más relevancia en las áreas de tránsito y convirtiéndose en detalles sutiles en las zonas comunes.

Las habitaciones

Las lujosas 146 habitaciones del hotel Barceló Emperatriz siguen el concepto de habitación B-Room, máximo estándar de calidad de Barceló, totalmente equipadas y decoradas con un mobiliario vanguardista que contrasta con detalles clásicos, como sus butacas de capitoné. El huésped encontrará, además, artículos de última tecnología, como un panel de conectividad Mini Media Hub, que conecta la televisión de la habitación con móvil, tablet o portátil mediante una conexión USB o Bluetooth. La luz natural se filtra a través de unas cortinas blancas traslúcidas, acompañadas de otras opacas de color beige que caen del techo y quedan escondidas en una discreta moldura que marca el perímetro de la habitación. Por último, el baño, en blanco mármol y con una cuidada iluminación.