La carta de Aldama en La Moraleja, Madrid, ha sido diseñada por el chef José Carlos Fuentes, ofreciendo una selección de platos como el rodaballo salvaje con fondo de sus espinas, espinacas y kikos, y nuevas creaciones, como la ostra Poget fine de claire con caviar Osetra de Bolshoi y tokaji o las vieiras con membrillo fresco, butifarra negra y aire de yuzu. Por otro lado, la experiencia de Aldama también se puede vivir a través de su menú degustación, formado por 12 pases a elección del chef.

“Todos nuestros platos están basados en una cocina contemporánea y creativa, de base mediterránea, y siempre partiendo de un producto excepcional, dando mucho valor a los fondos y cocciones largas para otorgar sabor en otra dimensión. Partimos de una cocina tradicional que modificamos y actualizamos para hacer de una receta corriente algo extraordinario”, explica José Carlos Fuentes.

José Carlos Fuentes: “Todos nuestros platos están basados en una cocina contemporánea y creativa, de base mediterránea, y siempre partiendo de un producto excepcional, dando mucho valor a los fondos y cocciones largas para otorgar sabor en otra dimensión"

La carta de vinos está diseñada por el sumiller Álvaro Prieto, quien se ha encargado de elegir cada una de las referencias. En su vinoteca cuentan con más de 500 referencias, donde tienen representación muchas de las denominaciones de origen de nuestro país. Asimismo, destaca una importante selección de vinos franceses, con enfoque en la región de Borgoña y opciones relevantes de Alsacia, Burdeos, Loira o Ródano, tanto del viejo como del nuevo mundo vinícola. Además, la bodega Champagne Bollinger es partner en el proyecto.

En cuanto al interiorismo, el restaurante ha sido diseñado para crear una atmósfera que armonice con la naturaleza, utilizando materiales sostenibles como la madera y fibras naturales como el lino. Su paleta de colores neutros hace que destaque el mobiliario minimalista de líneas limpias. En el techo, largas cortinas crean corrientes que descienden hacia la sala, donde se produce el espectáculo gastronómico y se envuelven creando remolinos de sensaciones. La iluminación es un punto clave, aprovechando la luz natural durante el día con grandes ventanales y recreando un ambiente cálido por la noche con luces tenues.