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Tras dos años complicados marcados por la pandemia, Rusticae cierra 2022 con balance positivo. Por un lado, y pese a la crisis reinante, el Club de selección de alojamientos con encanto ha igualado cifras pre-Covid en cuanto a ocupación en sus alojamientos, gracias a que el viajero se está decantando por alojamientos en los que desconectar, estar en contacto con la naturaleza y, al mismo tiempo, comprometerse con el entorno.
Pero, además, durante 2022 se han incorporado 47 nuevos alojamientos al Club, entre hoteles, casas y apartamentos rurales. En este sentido, según afirma Ruben Pérez, COO de Rusticae, “a lo largo del año hemos recibido un total de 282 solicitudes de entrada en el Club, y finalmente sólo hemos aceptado un 18% de las mismas. En Rusticae somos muy exigentes y miramos con mucho cuidado que los alojamientos que se unan cumplan unos requisitos muy estrictos en cuanto a gestión, orientación al cliente, ubicación, arquitectura, compromiso con la sostenibilidad… Evidentemente, aceptando todas las solicitudes hubiéramos duplicado el número de alojamientos en cartera, pero el cliente Rusticae tiene muy claro por qué se decanta por un alojamiento de nuestra comunidad, y es por este motivo que no podemos aceptar todas las solicitudes que recibimos”.
Respecto a las últimas incorporaciones, en los últimos días de 2022 se confirmó la entrada de siete nuevos alojamientos al club: Palau de Miravet (Miravet, Tarragona), Der Wald - Boutique Country House (Bisauri, Huesca), Hotel Rural Torre de Úriz (Úriz, Navarra), Palacio Matutano Daudén (La Iglesuela del Cid, Teruel), UNIQUE Villas Lajares - Only Adults (Lajares, Fuerteventura), Hotel El Jaraiz de Don Marciano (Villaverde de Molina, Valladolid) y El Faro Unkempt Houses (Villaviciosa, Asturias).
Palau de Miravet es una casa Rusticae que data del siglo XIV. Destruida durante la Guerra de los Segadores, y reconstruida en el siglo XIX, fue adquirida en 2008 por los hermanos Santiago y Joaquim Marsal, quienes pusieron en marcha el Proyecto Mir en Miravet. Tras la restauración y acondicionamiento se convierte en centro de arte y casal de huéspedes dedicado a la figura del pintor Joaquim Mir, quien residió y dedicó parte de su obra a Miravet entre 1929 y 1930, y hoy está declarada Bien de Interés Cultural gracias a una restauración en la que se han conservado los muebles originales y se ha recuperado la decoración original, que ha sabido conjugarse incorporando frescos de Joaquim Marsal y copias de obras de Joaquim Mir que se exhiben en el salón, entre otros trabajos repartidos por todo el Palau.
Esta casa de huéspedes cuenta con 5 opciones de alojamiento: el apartamento Mir, las habitaciones Murábit -con un gran balcón sobre el Ebro-, la Comendador, la Nido de la Ribera (adaptada para personas con movilidad reducida) y la suite zen Sakura. Todas las habitaciones dan al río Ebro y cuentan con balcón propio.
Dos antiguas bordas rehabilitadas de forma integral conforman esta casa rural de alquiler completo situada en el pintoresco pueblo oscense de San Martín de Veri, de tan solo siete habitantes, en el Pirineo Aragonés
Con capacidad hasta 8 personas, la casa cuenta con una habitación suite con baño y vestidor, dos habitaciones dobles, una individual con cama supletoria, y un baño. Además, la casa cuenta con cocina, despensa con lavadora y secadora, aseo de cortesía, amplio salón comedor con chimenea, jardín, y porche y buhardilla con zona de juegos de mesa o zona de trabajo.
Muy cerca de la navarra Selva de Irati se encuentra Torre de Úriz, un hotel rural Rusticae only adults que ocupa la que en su día fue una construcción medieval defensiva y nobiliaria. Declarada Bien de Interés Cultural en 1949, estaba en estado de ruina total hasta que el Gobierno de Navarra la compró y restauró por completo hace 15 años.
Hoy, la torre del siglo XIII y la casa-palacio residencial, unidas mediante una coqueta pasarela de madera que recrea el antiguo puente levadizo, albergan cada una tres habitaciones que trasladan al huésped a su pasado medieval, pero con todas las comodidades del siglo XXI.
Para su propuesta gastronómica, han optado por los productores locales, por el pequeño comercio y por los alimentos de km 0. Así, ofrecen desayuno exprés o bufet a la carta, y sus cenas son ideales para descubrir los sabores, texturas, olores y colores de la gastronomía típica navarra, continuando de este modo con la tradición gastronómica local.
La Iglesuela del Cid es uno de los pueblos más pintorescos del Maestrazgo, declarado Bien de Interés Cultural en 1982 por la enorme cantidad de patrimonio histórico artístico conservado desde la Edad Media. Un ejemplo de ello es el antiguo Palacio Daudén que hoy acoge un hotel de cuatro estrellas que cuenta con 35 habitaciones y una suite.
Cada estancia del hotel ha sido concebida para que el huésped se sienta único, con un servicio personalizado. En su restaurante La Torre de Nublos, se disfruta la alta gastronomía sostenible con una carta basada en productos de proximidad, de productos locales, y maridada con vinos ecológicos de la zona, y los servicios de salud y bienestar que ofrecen en el spa, hacen de cada estancia una experiencia inolvidable
Cuatro villas solo para adultos y con estilos diferentes al norte de la isla canaria de Fuerteventura. Con reminiscencias de paisajes de las islas griegas, la estética de Unique Villas Lajares pone en valor la luminosidad de los interiores, el diseño de las piscinas y, en general, la comodidad y el confort.
En las villas, el huésped puede disfrutar de un cocinero a domicilio e incluso masajes. Y para los que deciden explorar la isla, Mario, anfitrión del alojamiento, aconsejará sobre los lugares de la isla que no hay que perderse, restaurantes, tiendas, etc.
Cinco suites donde no faltan los detalles, conforman este hotel que en su día fuera una antigua casona solariega del año 1730. Las suites pueden albergar hasta a 5 personas, 9 en el caso de la suite Medina ubicada en la planta primera. Esta es una suite especialmente pensada para acoger grupos y a la que se pueden añadir otras 2 habitaciones supletorias, convirtiéndose en un espacio de hasta 3 habitaciones en la que puede alojarse un grupo de hasta 13 personas.
El hotel cuenta además con un balneario, con cascada cisne, muro de agua iluminado con colorterapia y cama de burbujas, así como con una sala de catas y una bodega donde disfrutar de comidas o cenas e incluso celebrar eventos.
Frente al Cantábrico, a escasos 700 metros de la playa, se erige El Faro Unkempt, en el pueblo asturiano de Tazones, declarado conjunto histórico. Este hotel de seis habitaciones, que puede reservarse completo, es un espacio multisensorial entre el mar y las colinas asturianas.