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Tras el parón veraniego, septiembre suele ser uno de los meses que necesita más esfuerzo para arrancar. Y, en el caso de un restaurante que haya cerrado en agosto, llegar al nivel de facturación de antes de las vacaciones es un gran reto. Por eso QualityFry ofrece algunas pautas para que la vuelta no sea tan dura.
Para la compañía es necesario apostar por máquinas que ofrezcan ventajas competitivas ya que son ideales dentro de los modelos de negocio que apuestan por la restauración rápida de alta calidad y a precios asequibles. Este tipo de negocio, ya sean los llamados bakery coffee, neo-tabernas, locales con monoproducto, o temáticos como hamburgueserías, bocadillerías, bares o cervecerías dirigen su inversión hacia equipamiento de hostelería con estas características.
Igualmente, para que los equipos sean realmente funcionales tienen que ser automáticos. “En los modelos iQ basta con colocar el producto en la bandeja de entrada y elegir el tiempo de cocinado. Cuando el producto esté listo, será expulsado automáticamente hacia la bandeja de salida, donde lo tendrás listo para emplatar. Además, cuentan con una tecnología que acorta un 27% los tiempos de fritura y permite freír dos productos diferentes al mismo tiempo y en el mismo aceite, sin mezclar sus sabores”, explica QualityFry.
Además, QualityFry diseña una carta de salados o dulces, según el servicio que se necesite (desayunos, aperitivos, meriendas, tapeos, comidas o cenas informales), que incentive el consumo de bebidas y que encaje en los gustos de diferentes tipos de clientes.
Adaptarse a la demanda del cliente, flexibilizar y dinamizar la operativa de trabajo, centrarse en el core del negocio reduciendo gastos innecesarios, mantener el equilibrio entre la calidad y el precio de los productos que se ofertan e introducir tecnología (i+d) en maquinaria de hostelería que genere rentabilidad, pueden ser claves para que tu restaurante retome su actividad con garantías.