Revista
Los chefs Iván Morales y Álvaro Castellanos abren nuevo restaurante en el renovado Estadio Santiago Bernabéu. Esta vez, lo hacen bajo el sello de Arzábal Bernabéu, el nuevo local del grupo al que se puede acceder desde la puerta 28 del estadio.
Con 500 metros cuadrados y un aforo de en torno a los 160 comensales, el restaurante está dividido en dos plantas: la principal, que acoge una zona de mesas bajas con una vista panorámica de 50 metros al campo, una zona de charcutería, salazones, encurtidos y laterío con mesas altas y su barra gastronómica; y la planta baja, donde conviven los reservados y una sala que se integra con la cocina abierta.
Fruto del trabajo del estudio de arquitectura Fondo Estudio y el estudio de diseño e interiorismo MIL Studios, quienes han trabajado de la mano en la construcción de este espacio, en Arzábal Bernabéu se ha apostado por conservar los cimientos y pilares de hormigón de la estructura original del estadio y combinarlos con otros elementos como el mármol o la madera, añadiendo así personalidad, elegancia y calidez al lugar.
En Arzábal Bernabéu se ha apostado por conservar los cimientos y pilares de hormigón de la estructura original del estadio y combinarlos con otros elementos como el mármol o la madera, añadiendo así personalidad, elegancia y calidez al lugar
La experiencia en el restaurante puede comenzar con unos embutidos cortados al momento con una Berkel tradicional de los años 50 o con unos ahumados y salazones; entrantes que ya son un clásico en la cocina arzabalera, como las patatas a la importancia con cigalas; la sartén de huevos de corral con trufa; la oreja crujiente con salsa brava; la ensaladilla rusa tradicional o las croquetas de ibérico con leche de oveja latxa; para seguir con pescados, como el tartar de atún rojo o el rape a la brasa con su pil pil; y carnes, con opciones como el arroz meloso de rabo de toro y las colmenillas al oporto o la chuleta de vaca rubia gallega.
Esta temporada destacan platos como los guisantes encebollados y tirabeques salteados con guanciale crujiente y yema de huevo o los puerros confitados, que se terminan a la brasa y se sirven con una vinagreta. Redondea la experiencia su extensa carta de vinos, en la que, con en torno a 600 referencias.