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Grupo Iberostar, a través de la Fundación Iberostar, ha firmado un acuerdo de asociación con la red de turismo comunitario Planeterra para poner en marcha un programa centrado en el impulso del desarrollo social y económico de las comunidades locales en las que opera el grupo hotelero mallorquín y proteger a la vez sus ecosistemas.
A través de esta asociación, Iberostar y Planeterra se han fijado como objetivo proporcionar experiencias de turismo comunitario a más de 955.000 potenciales viajeros, implicar a 35 comunidades, mejorar la vida de más de 13.000 personas y poner en marcha 36 proyectos en los próximos años. Además, Grupo Iberostar prevé extender este proyecto pionero a todas las regiones con presencia de hoteles Iberostar antes de 2030.
Esta iniciativa, que afianza a Iberostar como referente internacional en turismo responsable por su cuidado del medioambiente y las personas, ya se está desarrollando en México y República Dominicana, destinos en los que Iberostar cuenta con 18 hoteles y resorts.
Según Alejandro Borrás, director de la Fundación Iberostar, “como parte de nuestro compromiso en generar un impacto positivo en la vida de las personas y su entorno, a través de un turismo responsable, es fundamental apoyar e involucrar a las comunidades locales, haciéndolas partícipes activos y contribuir así a la mejora de las condiciones de vida de las personas que forman parte de ellas. De esta forma, la alianza con Planeterra nos permite contribuir a su empoderamiento e integrarlas en la cadena de valor del sector turismo”.
Alejandro Borrás: “Como parte de nuestro compromiso en generar un impacto positivo en la vida de las personas y su entorno, a través de un turismo responsable, es fundamental apoyar e involucrar a las comunidades locales, haciéndolas partícipes activos y contribuir así a la mejora de las condiciones de vida de las personas que forman parte de ellas"
Jamie Sweeting, presidente de Planeterra, afirma que "esta asociación con Iberostar es un brillante ejemplo que inspira a todo el sector turístico y la industria hotelera". Y añade: "mientras que las grandes cadenas hoteleras aún no han adoptado la integración de las comunidades locales, este proyecto destaca por su verdadero impacto. Con el potencial de replicar este modelo en 16 países y 100 propiedades hoteleras, Iberostar tiene el poder de transformar innumerables comunidades. Es extraordinario imaginar el impacto positivo que podría lograrse si otras cadenas hoteleras siguieran y adoptaran este enfoque transformador".
Iberostar ha desplegado su primer proyecto de turismo comunitario en México, donde opera 11 hoteles situados en Cancún, Cozumel, Riviera Maya y Riviera Nayarit. Esta actuación ha permitido involucrar a la comunidad caribeña de Chemuyil, en Quintana Roo, a través de la cooperativa Bejil-Ha Riviera Maya, creada originalmente por siete jóvenes locales comprometidos con la conservación de más de 50 cenotes de la zona, así como con la protección de la flora y fauna autóctonas de la península de Yucatán.
Esta iniciativa, desarrollada íntegramente en las inmediaciones de los hoteles, beneficia a más de 30 familias locales y promueve la sensibilización y la conservación del territorio. Se basa en itinerarios exclusivos, alejados de los circuitos turísticos populares, que invita a los viajeros a explorar la comunidad y su entorno natural acompañados por guías locales para propiciar una experiencia cultural única e inmersiva con visitas a los cenotes, paseos en bicicleta y degustación de la gastronomía local.
Con el fin de integrar experiencias de turismo comunitario en el sector hotelero, la Fundación Iberostar y Planeterra han desarrollado un modelo para promover estas acciones no solo fuera de sus resorts, sino también dentro de los hoteles. Es el ejemplo del hotel Iberostar Costa Dorada, en República Dominicana, que acoge en sus instalaciones a dos asociaciones para ofrecer a los huéspedes del resort una experiencia semanal de turismo inmersivo con la comunidad local.
Dentro del hotel, los clientes tienen la oportunidad de conocer el proceso de cultivo del cacao y la elaboración del chocolate gracias a la cooperativa El Chocal -integrada por una treintena de mujeres locales de Altamira, Puerto Plata-, cuyo proyecto ayuda a más de 200 agricultores y sus familias.
Del mismo modo, a través de la Asociación de Artesanos de Madera Petrificada (Asoartep), originaria del poblado dominicano de Imbert, también en Puerto Plata, los huéspedes del hotel podrán presenciar, interactuar y conocer las técnicas locales de tallado de madera, una actividad que beneficia a más de 250 familias de la comunidad.