Revista
La diferenciación y la distinción han sido una de las premisas más importantes a la hora de reformular el estilo del restaurante Kalma en La Eliana, Valencia. Como si de un lienzo en negro se tratara, el interiorista Antonio García, ha plasmado sobre un fondo oscuro toda la obra. Sobre paredes y techos mayoritariamente oscuros en el salón principal, el interiorista de Vical ha querido ofrecer pinceladas en oro y terciopelo.
La particularidad más relevante del local es, sin duda, las paredes. En ellas se puede observar un universo completo de formas y colores. Gracias al papel, Vical consigue dotar de un aire neoyorkino toda la estancia y hacer que cambie totalmente de apariencia.
“También en las paredes, podemos observar cómo los cuadros y lienzos tienen un papel protagonista en el desarrollo del interiorismo del restaurante Kalma. Cuadros gigantes que ocupan paredes enteras, superposiciones de iluminaria en ratán y la mezcla del papel con espejos voluptuosos originan un aura de belleza y rococó que casa perfectamente con el aire de excelencia con el que se ha querido dotar al local”, explica la compañía.
Junto a ese estilo barroco cohabita un reservado de paredes azul bebé en el que los lienzos siguen siendo los protagonistas. Para el techo, un jardín de ramas secas naturales con tallos y hojas en verde bosque para aportar un toque de botánica al local y hacer que todos los elementos de color tierra, como las paredes de papel, el dorado y el terciopelo formen un puzle junto a ellos y conseguir encajar las piezas.