Revista
AMDPress.- El presidente y fundador de Lizarran Tabernas Selectas, Mateo Ferrero Martínez, falleció el pasado 6 de marzo en Sant Pere de Ribes (Barcelona), víctima de un trágico accidente. Como solía hacer habitualmente por las mañanas, Mateo Ferrero salió a hacer deporte en bicicleta cuando fue atropellado por un camión. Mateo Ferrero, que iba debidamente equipado para practicar cicloturismo, era un apasionado de este deporte desde hacía años y lo practicaba siempre que podía.
Mateo Ferrero, nacido en León hace 39 años estaba casado y tenía dos hijas. Técnico en Empresas en Actividades Turísticas por la Universidad de León, se trasladó a Cataluña con la intención de abrirse camino en el sector de la hostelería y en 1988 abrió Eguzki, establecimiento que se convertiría en el embrión de Lizarran Tabernas Selectas. En 1996, junto con su socio Germán Funes, crea la cadena de franquicias Lizarran Tabernas Selectas, que en tan sólo unos años vivirá un proceso de crecimiento espectacular.
Poseedor de una gran visión empresarial, Mateo Ferrero es el claro modelo de empresario hecho a si mismo. Su visión de futuro y su carácter emprendedor le hicieron dar un paso significativo en mayo de 2001, cuando apostó por la entrada del Fondo Europeo de Inversiones Pan European Food Fund.
El proceso de profesionalización emprendido por Lizarran Tabernas Selectas se inició con la incorporación de Oscar Vela a la dirección general en junio de 2001 y la posterior creación de un equipo directivo joven y sólido especializado en áreas de Marketing, Compras, Formación, Financiera, I+D.
El eficaz desarrollo del proceso de profesionalización permitió a Mateo Ferrero ceder paulatinamente el día a día de la gestión y compatibilizarla con la participación en foros, seminarios y congresos donde transmitía las bases del éxito de Lizarran Tabernas Selectas y su firme convencimiento de que la restauración tradicional española podía hacer frente a los conceptos de fast food.