Revista
Las nuevas tecnologías están transformando incluso los sectores más tradicionales, y la hostelería no es una excepción. Los cambios de hábitos motivados por los ritmos de vida actuales, la fuerte penetración de teléfonos inteligentes y apps y el auge de la economía colaborativa están empujando al sector de la restauración hacia la digitalización.
La transformación tecnológica tiene la capacidad de provocar cambios disruptivos en aspectos básicos del restaurante -desde la gestión a la experiencia gastronómica-, tal y como se recoge en el informe “Hacking the restaurant experience” elaborado por Reimagine Food en colaboración con Makro.
Sin ir más lejos, las redes sociales y las plataformas de reservas online han ganado un enorme peso en el sector durante los últimos cinco años, maximizando el poder de la atracción y estableciendo nuevos criterios de decisión: hoy, un 70% de los clientes acceden a los restaurantes a través del llamado “umbral digital”.
Las cartas digitales, las mesas interactivas o el pago a través del móvil comienzan a instalarse en los restaurantes
La digitalización ha “extendido” la experiencia gastronómicadando paso a tres momentos clave: captación, consumo y reputación. O, lo que es lo mismo:antes, durante y después de entrar al restaurante. Además del boom de la “uberización” de la alimentación que ha traído consigo el “food delivery”, que hace que el restaurante deje de tener una única localización para trasladarse a casa de cada cliente con una oferta cada vez más amplia.
Un 50% de los propietarios de restaurantes españoles consideran que la tecnología es importante para sus negocios -una proporción superior a la media europea y muy por delante de Francia (con un 38%)- según datos de EHL Group recogidos en el mencionando informe.
Pero las bondades de la tecnología van más allá de la mejora de la gestión de las reservas y la logística de la cocina. La auténtica revolución se va a producir en cómo vivirá el comensal su experiencia en el mismo restaurante. Diferentes soluciones novedosas se van implantando poco a poco, desde cartas digitales interactivas -que permiten descubrir el origen de los alimentos o consultar las calorías de un plato-, a sistemas de pago a través del móvil.
En la actualidad, el cliente es cliente desde mucho antes de entrar en el local y también mucho después de abandonarlo
En un futuro próximo, “la inteligencia artificial, la robótica y el big data irrumpirán en los restaurantes permitiendo la personalización de los menús en base, por ejemplo, a las necesidades nutricionales de cada cliente o agilizando las esperas”, pronostica Marius Robles, CEO de Reimagine Food.
Sin embargo, la innovación tecnológica no implicará la desaparición de los restaurantes tradicionales. En su opinión, en el futuro convivirán tres grandes tipos que cubrirán diferentes necesidades de consumo: Restaurantes inteligentes (o de conocimiento), Restaurantes de rendimiento, muy funcionales y con un claro foco en la personalización, en los que reinarán conceptos como healthy y wellness; y Restaurantes de placer, donde el objetivo será simplemente disfrutar.